Nada le ha hecho más daño a Venezuela que el errado concepto de la constitución-piñata, simplemente porque ningún gobierno puede cumplir tales mandatos constitucionales sin quebrar a la nación. Entonces, la política cotidiana se concentra en la distribución del botín, según el grado de presión que cada grupo logra ejercer: burócratas, sindicatos, industriales proteccionistas, agricultores, indígenas, etc.
Los partidos tradicionales de la democracia venezolana, hoy totalmente desprestigiados, usaron la constitución que ellos mismos escribieron en 1961 para incrementar año tras año el tamaño y el alcance del estado, concentrando en sus manos la casi totalidad del poder tanto político como económico. Si usted quería estornudar requería una licencia del ministerio de Fomento. Y las mínimas garantías económicas de la constitución de 1961 fueron suspendidas por decreto del Poder Ejecutivo desde noviembre de 1960; es decir, antes de que entrara en vigencia esa misma constitución socialista. Todas las constituciones venezolanas desde la de 1936 permiten la suspensión de derechos y garantías en casos de "emergencia nacional". Nuestros pésimos gobiernos nos han mantenido en una eterna emergencia nacional a lo largo de medio siglo. Y como era de esperarse, la constitución chavista es mucho peor."
Listen to Carlos Ball's Venezuela Bids Adieu to Freedom in this podcast interview by the Cato institute on Friday 12, 2007.
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